Genética, evolución e ingeniería educativa
La idea germinada
Hace algún tiempo nos hallábamos inmersos en la definición de un nuevo proyecto editorial de libros de texto. Mientras discutíamos sobre los elementos que debían contener y las relaciones que se tenían que establecer entre ellos, un símil fue germinando en mi mente: ¿se podrían considerar los recursos y materiales educativos una especie de DNA educativo que cada docente traduce para ofrecer a su grupo clase? ¿Podemos hablar de una genética y evolución educativa? ¿Tiene alguna utilidad hacerlo?
Esa idea, un poco confusa al principio, ha seguido ahí, perenne, mientras maduraba (e incluso fermentaba).
El símil genético-evolutivo
El DNA
El DNA es comparado a menudo con un libro de instrucciones que marca todos los procesos que deben seguir las células (es decir, los seres vivos). El DNA de cada ser vivo es su genoma (me permitiréis la simplificación). ¿No son los libros de texto precisamente una especie de libro de instrucciones para docentes? ¿Serían los libros de texto y todos sus accesorios el genoma educativo? Yo creo que no; como mucho, son un tipo de genoma. Como veremos, no es ni mucho menos el único ni, seguro, el más adaptable.
El DNA contiene muchísima información (mucho texto). Los fragmentos del DNA que codifican para proteínas son los genes. Durante mucho tiempo se pensó que los genes eran la parte realmente relevante del DNA. Aunque se ha visto que no es exactamente así, para esta entrada me acogeré a esta nueva simplificación.
Genes educativos
¿Qué son los genes educativos? Evidentemente, un libro de texto no puede ser un gen (ya que según nuestra equivalencia sería un genoma). Los genes educativos serán aquellas unidades que tengan sentido por sí mismas y permitan codificar para una proteína. Son, por tanto, más pequeños (mucho más pequeños) que un libro de texto.
Experiencias educativas
¿Y qué es una proteína en nuestro símil? Una experiencia educativa: la traducción de esa idea, ese proyecto, esa sugerencia en una dinámica real con alumnos, con grupos de alumnos, o con el grupo clase en su conjunto.
Podríamos definir gen educativo como una unidad que puede traducirse a una experiencia educativa.
Genes, memes, edes
Con la llegada de internet se ha popularizado el concepto de meme. Un meme es cualquier idea que se transmite entre personas. La etiqueta, debida al infatigable Richard Dawkins1, surge de la voluntad de aplicar los principios evolutivos al estudio de la dispersión de ideas entre las personas. Y creo que nos va como anillo al dedo.
¿Podemos aplicar los principios genéticos y evolutivos a la dispersión de unidades educativas? Estoy convencido de que así es. Estaríamos hablando, por tanto, no de genes o de memes, sino de edes (pido perdón a los anglosajones, porqué se pierde totalmente la rima con los anteriores).
Edes y edoma
Un ede es una unidad de contenido que se transmite entre educadores y que codifica para una experiencia educativa.
Un edoma, por tanto, podríamos definirlo como el conjunto de edes de una programación anual para un aula concreta. Esta definición incluiría en un extremo a los inmutables libros de texto, y en el otro extremo a las programaciones anuales hechas a medida para cada grupo clase.
La edética
Existe incluso un nuevo campo de estudio, la memética, que estudia el comportamiento de los memes. ¿Podríamos llegar a fundar la edética? Todo se andará.
La evolución
La adaptación
Cuando uno observa la vida en su conjunto, no puede dejar de sentirse abrumado por la increíble variabilidad de la misma2. Existen tantas formas de vivir, tan fascinantemente adaptadas a su entorno… y aún así, todas han evolucionado siguiendo unos principios básicos comunes basados, principalmente, en la variabilidad y en la selección.
Resumiendo mucho: los descendientes de cualquier ser vivo son diferentes de sus progenitores y diferentes entre sí; por tanto, tienen diferentes posibilidades de sobrevivir en el medio que habitan y dejar descendencia (la famosa selección); diferentes oportunidades, en fin, de tener éxito evolutivo.
Sin variabilidad no hay selección. Sin selección no hay adaptabilidad.
¿Pueden aplicarse estos principios a los edes? Por supuesto.
El éxito evolutivo de los edes
Un ede tendrá éxito evolutivo cuando la experiencia educativa que se deriva de él tenga significado y sea útil para un entorno concreto; para un aula, un docente y un alumno o grupos de alumnos concretos.
Es importante remarcar, entonces, que un mismo ede puede tener un éxito absoluto en un aula pero ser un fracaso arrollador en otra.
Necesitamos, pues, una alta variabilidad de edes para poder seleccionar los que puedan tener mayor éxito evolutivo para cada entorno concreto.
Variabilidad en los edes
El pasado inmutable
¿Dónde está esa variabilidad? Tradicionalmente, ha vivido a la sombra de los grandes edomas inmutables: los libros de texto. Algunos docentes desarrollaban edes alternativos a algunos que no les convencían de los del libro de texto de turno. Por suerte, pude disfrutar de profesoras y profesores así. Sus edes siempre mejoraban la experiencia, porque estaban totalmente adaptados a su realidad. Sin embargo estos edes personalizados tenían una difusión limitada.
¿Los edomas inmutables son un fracaso? A nivel evolutivo, sí. Pero hay que conceder que durante décadas los libros de texto han dominado el panorama educativo. Y tiene su razón de ser, si consideramos la finalidad educativa derivada de la revolución industrial3. En ambientes totalmente estáticos e inmutables podríamos concebir un genoma o edoma totalmente estático que tuviese alguna oportunidad evolutiva.
El destino de la inmutabilidad
Los errores genéticos existen por una razón: potenciar la variabilidad. La maquinaria genética que copia el DNA comete errores. Muchos, según se mire. ¿Cómo puede ser que, por selección natural, no se hayan seleccionado máquinas de replicación perfecta? Porque no sobrevivirían. Si alguna vez surgió un organismo vivo perfecto, con un genoma inmutable, cuyos descendientes eran siempre idénticos entre si, seguro que se ha extinguido. Cualquier cambio en su ambiente, aunque fuera gradual, acabó con él.
Así, durante décadas el ambiente educativo ha permanecido aparentemente inmutable. Un edoma estable podía sobrevivir.
Pero las cosas han cambiado. Y los ambientes cambiantes exigen variabilidad, adaptación4.
El presente dinámico
El ambiente educativo parece estar cambiando. Como muchas veces ha pasado en ciencia, la tecnología permite realizar actividades y obtener resultados antes inimaginables. También ha permitido extender otras ideas sobre la gestión del aula, de los espacios, de los centros e, incluso sobre la finalidad de la educación.
Ante los cambios sólo existe una solución: adaptarse5. Y para ello hay que contar con una variabilidad suficiente que permita seleccionar los edes más adecuados para cada entorno.
Internet permite compartir esta variabilidad. Los edes propios, que antes estaban a la sombra y se compartían en contadas ocasiones, ahora pueden compartirse abiertamente y se pueden modificar para adaptarlos a cada uno de los entornos.
La ingeniería edética
Siguiendo nuestro símil, estamos entrando en la era de la ingeniería genética educativa, la ingeniería educativa, o la ingeniería edética.
Tenemos las herramientas a nuestra disposición para modificar edes y adaptarlos a nuestro entorno particular para ofrecer experiencias educativas con mayor éxito evolutivo. Sólo hace falta conocerlas, entenderlas, compartir sus posibilidades y usarlas. Quizás, incluso, debamos celebrar nuestro propio Asilomar6.
Cierre
Acabo aquí la primera entrada sobre ingeniería edética. Como resumen de esta entrada:
- Un ede es un gen educativo, el cual codifica para una experiencia educativa.
- Un edoma es un conjunto de edes agrupados en una programación anual.
- La edética sería la rama que estudiaría los edes.
- Un ede tiene éxito evolutivo cuando la experiencia educativa que se deriva de él tiene significado y es útil para un entorno concreto: un grupo clase, normalmente.
- La situación actual requiere una alta variabilidad de edes para poder seleccionar y así adaptarse a cada entorno.
- La ingeniería edética permite crear y modificar edes para adaptarlos mejor a cada entorno.
Continuará…
Supongo que vendrán más entradas (y quién sabe si, incluso, un libro), porque es un tema que da para largo, con muchas preguntas por resolver. ¿Qué se puede considerar ede? ¿Cómo se diseña o modifica? ¿Qué tamaño mínimo puede tener? ¿Qué son los intrones y exones de un ede? ¿Existe modularidad en los edes? ¿Qué es el DNA basura en un edoma? ¿Qué son los virus y los priones en los edomas? ¿Qué es la transcriptasa y la traductasa inversa en la edética? ¿Qué representarían los cromosomas? ¿Se puede hablar de recombinación? ¿Existe algún concepto educativo equivalente a la Gaia de Lovelock7?
Si se os ocurren más ideas o preguntas, estaré encantado de incorporarlas en este viaje de definiciones en el que me he embarcado.
Eduscopi: ingenieros educativos
Un último apunte obligado. Los miembro de eduscopi llevamos años trabajando en esta línea aunque quizás no con estas definiciones concretas. En eduscopi podéis encontrar verdaderos ingenieros educativos o edéticos con amplia experiencia en el diseño y la conceptualización de edes, y podemos formar a aquellas personas que vean interés en poder generar y adaptar edes a su entorno.
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